Una lente manipula la luz a través de la refracción, ya sea concentrándola o dispersándola. A diferencia de un prisma que refracta sin enfocar, una lente concentra la luz para crear una imagen. Por lo general, las lentes están hechas de vidrio o plástico, pero también se pueden fabricar a partir de líquidos, imitando el mecanismo de enfoque del ojo humano. Las lentes de vidrio se moldean meticulosamente mediante esmerilado y pulido. Por el contrario, las lentes de plástico se forman mediante moldeo.
Las lentes simples se clasifican en ocho tipos según la curvatura de sus dos superficies ópticas.